Editorial

Visibilizar lo invisible

El pasado mes de noviembre COCEMFE y su movimiento asociativo presentaron en 41 ciudades del país el Símbolo Internacional de la Discapacidad, DisOrganic.

El pasado mes de noviembre COCEMFE y su movimiento asociativo presentaron en 41 ciudades del país el Símbolo Internacional de la Discapacidad, DisOrganic. Por fin, veía la luz, un proyecto en el que se han visto implicadas muchas personas con un objetivo común, dar visibilidad a lo invisible: la discapacidad orgánica. Una discapacidad que por su origen, la pérdida de funcionalidad de algunos sistemas corporales, que suelen relacionarse con los órganos internos o procesos fisiológicos, es invisible, desconocida y poco reconocida.

DisOrganic es una solución que busca la identificación por medio de la figuración, aportando una actitud activa y positiva. Con ello, también se evidencia el objetivo final de esta iniciativa: la plena inclusión y participación activa de las personas con discapacidad orgánica.

Por último, este proyecto nos ha servido también para poner de relieve otra de las realidades a las que se enfrentan las personas con discapacidad orgánica y es la falta de reconocimiento oficial. Los servicios de valoración de discapacidad de nuestro país, en muchas ocasiones, no reconocen oficialmente la discapacidad orgánica por no disponer de un baremo de valoración, justo y equitativo. Por ello desde COCEMFE, y desde estas líneas, pedimos la actualización de este baremo, pues el vigente no se ajusta al modelo de Derechos Humanos, impuesto por la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y que debe inspirar todas las políticas y normativas públicas.

Tampoco podemos olvidarnos de la celebración del I Congreso sobre el Derecho a la Autonomía Personal en Barcelona. Un evento, organizado por COCEMFE y COCEMFE Cataluña en el que se dieron cita más de 500 personas entre profesionales de la sanidad, sector asistencial, arquitectura, movilidad y tecnología; personas con discapacidad, estudiantes, entidades del tercer sector y representantes de las instituciones.

Este encuentro sirvió para exigir la implicación de todos los agentes involucrados en la autonomía personal para que asuman sus respectivas responsabilidades, velen por el ejercicio de este derecho y cuenten siempre con las personas con discapacidad.

Además, durante el mismo, se puso de relieve cómo se precisan alianzas y cooperación entre agentes implicados, diseñando y favoreciendo una estrategia conjunta en objetivos factibles aprovechando los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.

Las ponencias, charlas, y debates que durante las dos jornadas que duró el Congreso se realizaron dieron lugar a sustanciosas y relevantes conclusiones que servirán como hoja de ruta para seguir por las administraciones correspondientes para que lleven a cabo las propuestas concretas en materia de autonomía personal.

Entre ellas, el desarrollo de la Asistencia Personal y la reivindicación de que forme parte de la cartera de los servicios de las administraciones públicas; que además se contemplen y regulen los aspectos laborales, tecnológicos, éticos, la regulación y la formación de profesionales;  que se favorezcan los servicios personalizados con los recursos existentes teniendo en cuenta los modelos más avanzados de otros países pero siempre función de las peculiaridades y la idiosincrasia de nuestra sociedad o la consideración de la tecnología como herramienta al servicio de las personas