Las mujeres con discapacidad alzan su voz

“Estas jornadas han sido una pequeña puerta abierta para encaminarnos hacia el cumplimiento real de los derechos de las mujeres con discapacidad que la Agenda 2030 trata de perseguir en sus objetivos. Una llamada, una voz en alto, que pone de manifiesto el trabajo que aún queda por hacer y unas pinceladas orientadas al cómo hacerlo, de la mano de experiencias profesionales y personales que han traído realidad y coherencia”.  Así define Marta Enguix, creadora del proyecto “Educar educándonos” las jornadas “Derechos de las Mujeres con Discapacidad y Agenda 2030” organizadas por COCEMFE el pasado mes de septiembre en el CaixaForum de Madrid.

Por
Sheila M. Cué
Las ocho agentes de cambio becadas para las Jornadas organizadas por COCEMFE | Foto: Salvador García

“Estas jornadas han sido una pequeña puerta abierta para encaminarnos hacia el cumplimiento real de los derechos de las mujeres con discapacidad que la Agenda 2030 trata de perseguir en sus objetivos. Una llamada, una voz en alto, que pone de manifiesto el trabajo que aún queda por hacer y unas pinceladas orientadas al cómo hacerlo, de la mano de experiencias profesionales y personales que han traído realidad y coherencia”.  Así define Marta Enguix, creadora del proyecto “Educar educándonos” las jornadas “Derechos de las Mujeres con Discapacidad y Agenda 2030” organizadas por COCEMFE el pasado mes de septiembre en el CaixaForum de Madrid.

Enguix fue una de las ocho mujeres con discapacidad becadas para participar como agente de cambio en estas jornadas, que reunieron a más de 100 personas y en las que participaron mujeres con discapacidad no sólo de España sino también de América Latina y el Caribe.

Un encuentro en el que se expusieron comunicaciones orales sobre desarrollo sostenible, discapacidad y género, feminismo, empleo, violencia sexual y empoderamiento y buen trato, pero cuya esencia fue la participación a través de tres grupos de trabajo en los que se reflexionó sobre el derecho al empleo, el derecho a la vida libre de violencia de género, y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres con discapacidad. Dos jornadas de trabajo intenso en el que el debate, la reflexión, los conocimientos y experiencias personales de los presentes dieron lugar a relevantes conclusiones sobre la situación de la mujer con discapacidad.

Las mujeres y niñas con discapacidad representan cerca del 60% de todas las personas con discapacidad en España, y en todo el mundo son más de 60 millones de personas. Los datos disponibles evidencian que las mujeres con discapacidad tienen tres veces más probabilidad de no ver satisfechas sus necesidades de salud; tres veces más de no tener estudios; dos veces más de no encontrar trabajo, dos veces menos de ocupar altos cargos, dos veces más de no poder usar internet y un elevado riesgo de ser víctimas de violencia sexual.

“Me llamó mucho la atención la cantidad de casos de violencia que cada una de las personas  asistentes conocía a nivel personal, de mujeres cercanas que la habían sufrido o la estaban sufriendo, y la variedad de tipos de violencia a las que somos vulnerables. Me llamó la atención sentirme identificada en algunos de ellos, y cómo a veces pequeños cambios pueden evitar ese tipo de situaciones de vulnerabilidad”, destaca Enguix sobre su labor como dinamizadora del grupo sobre derecho a la vida libre de violencia de género.

“También me sorprendió mucho, cómo la falta de asesoramiento o formación de las familias a nivel emocional, puede contribuir  tan directamente a la vulneración de este derecho fundamental, a causa de la sobreprotección, del miedo, de duelos no elaborados, de la falta de herramientas o del desconocimiento que poseen estas familias sobre cómo acompañar a una hija con discapacidad”, añade.

Para Natalia Moreno, agente de cambio en el mismo grupo de trabajo, la visión además aporta un matiz nuevo. Moreno, más conocida como Bubulina, viajó desde Colombia, donde es una reconocida activista por los derechos humanos e integrante del colectivo Polimorfas, un grupo de apoyo formado por mujeres con discapacidad, para participar en las Jornadas.

“En Colombia se ha avanzado en términos de legislación eliminando la interdicción en el código civil y sacando una resolución que obliga a las entidades de salud a dar información clara y accesible en materia de derechos sexuales y reproductivos, sin embargo, en acceso a la educación básica y superior siguen existiendo barreras en términos económicos, de infraestructura y en cuanto a sistema de apoyo. Lo mismo ocurre con la falta de acceso al trabajo”, explica sobre la situación de la mujer con discapacidad en su país.

Derechos sexuales  
Las personas con discapacidad, como personas sexuadas, tienen los mismos derechos sexuales y reproductivos que el resto de la población. Sin embargo, hoy en día existen barreras, principalmente actitudinales, que impiden que las personas con discapacidad y más específicamente, las mujeres con discapacidad, puedan ejercer sus derechos de forma equitativa. Entre otras, persisten perjuicios o ideas erróneas que determinan cómo la sociedad percibe y actúa a la hora de garantizar, o quebrantar, sus derechos.

Rosalía López es otra de las agentes de cambio y fue dinamizadora del grupo sobre esta temática. Durante el trabajo de este grupo salieron a la luz la falta de dos principios básicos en las intervenciones en materia de salud sexual y reproductiva establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS): el enfoque de discapacidad y, por otro lado, la perspectiva de género, algo que a todas las integrantes del grupo “nos llamó poderosamente la atención”, destaca López, quien tiene dos lesiones medulares desde 2012.

Para esta gallega experta en Gerontología Clínica y Fisioterapia Neurológica, “algo sangrante es la poca importancia que en general se otorga desde los servicios sociales y sanitarios a todo lo relativo a la sexualidad de la mujer con discapacidad, siendo ésta una pieza clave para su empoderamiento”, afirma. “Será fundamental, por tanto, luchar contra la percepción negativa de su sexualidad, facilitar formación específica sobre sexualidad responsable, libre y segura y respetar la intimidad de la mujer con discapacidad como derecho fundamental de todo ser humano”, destaca.

En cuanto al empleo, en los últimos 30 años, la participación laboral de las mujeres, medida a través de las tasas de actividad, ha aumentado extraordinariamente en España, de manera que se acerca a los países más avanzados del ámbito europeo. Pese a ello, la tasa de actividad de las mujeres con discapacidad sigue siendo significativamente más baja que las masculina, y que las mismas en comparación con las mujeres sin discapacidad, lo que apunta a la pervivencia de barreras hacia una participación más igualitaria de mujeres y hombres en el trabajo remunerado, y de graves diferencias en el caso de las mujeres en situación de discapacidad.

“Es sangrante la poca importancia que se otorga desde los servicios sociales y sanitarios a todo lo relativo a la sexualidad”

“Tras el trabajo realizado en el grupo de derecho al empleo hemos concluido, entre otras muchas cuestiones, que es necesario hacer cumplir la ley vigente a través de la realización de inspecciones y sanciones; impulsar el empleo con apoyo y también la adaptación del puesto de trabajo y formar a los empleados públicos para sensibilizarlos en materia de género y discapacidad”, explica Lorena Quintas, otra de las agentes de cambio de las Jornadas. Esta ourensana está licenciada en Empresariales y se lanzó al autoemprendimiento  fundando la tienda on line “Xogo de Fíos”, en la que vende sus diseños con hilos sobre espacios de tela, papel o madera. Tiene una artritis reumatoide que en los últimos años le ha provocado una discapacidad visual total.

En definitiva, las mujeres con discapacidad se enfrentan todavía hoy a numerosos obstáculos para poder tener una vida plena. Encuentros como el organizado por COCEMFE aportan en muchos casos redes clave para su empoderamiento. Cuestión que corroboran las agentes de cambio.

“Es maravilloso, te nutre, te empodera y te hace sentir acompañada, sabiendo que hay una red en la que apoyarte, con la que seguir aprendiendo y trabajando”, afirma Marta Enguix. Idea que comparte Rosalía López, quien aconseja a las mujeres que se asocien. “La sororidad y la creación de redes de apoyo es fundamental en el camino hacia el empoderamiento. A partir de ahí será posible el planteamiento de objetivos vitales, realistas y alcanzables, que permitan mejorar la percepción de una misma, la independencia y la calidad de vida”, señala.

“La sororidad y la creación de redes de apoyo es fundamental en el camino hacia el empoderamiento”

“Como experiencia personal contaré que después de mi lesión medular, una vez superado el duelo y en pleno proceso de empoderamiento, escribí una lista con todos mis miedos, desde el más pequeño al mayor, de modo que cada vez que logro superar uno, lo tacho de la lista”, explica.

Y es que como reflexiona Enguix, “es necesario poder atravesar los duelos a los que nos enfrentamos con herramientas que nos ayuden a transitarlos, y a la vez aprender a crear una relación de buen trato con nosotras mismas en relación a lo mental, lo emocional y lo corporal”.

Como áreas claves de trabajo en las que incidir con las mujeres con discapacidad, estas agentes de cambio coinciden: la educación. “Porque es el motor del cambio, porque sin educación no podemos transformarnos, reflexionar, cuestionar, crear. En ella está la llave real de una sociedad igualitaria que no discrimine”, afirma Enguix. “Las mujeres accedemos menos a la educación, y abre muchas posibilidades”, apostilla Natalia Moreno.

Pero, sin olvidar el empleo. “La independencia económica es fundamental para cualquier mujer, para poder decidir sobre su vida, para evitar sentirse prisionera de nada ni de nadie”, destaca Rosalía López. “Empodera, sube la autoestima, mejora la calidad de vida y disminuye las situaciones de vulnerabilidad, ya que hay más opciones donde elegir y más recursos para el autocuidado”, concluye Marta Enguix.

 
Conversatorio como broche

Además de formar parte de las Jornadas, las personas asistentes pudieron también participar en el ‘Conversatorio: Mujeres que impulsan el cambio’ en el que cuatro mujeres con discapacidad referentes: Laura Chuquilín, profesora y máster en Gestión Pública en Perú; Diana Freire, orientadora laboral en Ecuador; Lorena Quintas, diseñadora emprendedora de Ourense y Marta Valencia, referente en España de la reivindicación de derechos de las mujeres con discapacidad, aportaron diferentes puntos de vista e ideas sobre las profundas transformaciones sociales que están teniendo lugar en el mundo.

El acto fue conducido por la gerente de la Fundación Atresmedia, Lary León y durante el mismo se abordaron el papel que tiene la discapacidad en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, el papel del movimiento asociativo y de las familias de las mujeres con discapacidad, las dificultades a la hora de encontrar un empleo y la falta de educación inclusiva que impide que las mujeres con discapacidad tengan los recursos necesarios para poder desarrollar su propio modelo de vida. 

 

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