La discapacidad en el mundo del arte

La evolución del concepto de la discapacidad no es ajeno a la Historia del Arte. Así hemos podido observar desde personajes bíblicos con discapacidad retratados por el Greco, pasando por el Barroco con Velázquez en su gran obra Las Meninas, hasta los “Mendigos” de Pieter Bruegel, que han visibilizado a este colectivo y han servido para la inclusión de las personas con discapacidad. Hoy en día, además, presenciamos un creciente movimiento artístico encabezado por personas de este grupo social.

Por
Wendy Albornoz
La columna rota, 1944, Frida Kahlo (1907–1954).
La columna rota, 1944, Frida Kahlo (1907–1954).

El arte es un reflejo de las realidades humanas. Es un reflejo de la vida y del mundo que nos rodea a lo largo de la historia. El arte nos permite conocer más de cerca cómo se entendían antiguamente aspectos como la enfermedad mental, la ceguera o las discapacidades físicas e intelectuales, así como el papel que las personas con estas características podían tener en la sociedad.

Para el Coordinador de la Sección de Accesibilidad en el Área de Educación del Museo Reina Sofía, Javier Sanjurjo, “el concepto de discapacidad es una construcción social subjetiva que históricamente debe ser analizada más allá de las visiones actuales de la corporalidad”. Como relata Sanjurjo, será a partir del siglo XVI, en la Europa protestante, cuando se comenzará a describir a las personas con discapacidad física como “subhumanas” y a aquellas con discapacidad intelectual como “cercanas al Demonio”.

“A menudo se pensaba que estaban destinadas a no salvarse. Si bien la pintura, especialmente la católica, seguirá representando a personajes bíblicos con discapacidad en las sanaciones de Jesús, como en “La curación del ciego” del Greco o “La curación del paralítico” de Murillo”, explica Sanjurjo.

También son interesantes las representaciones de inspiración bíblica, como la escena de Jacob con su padre anciano con discapacidad visual, Isaac, pintada por José de Ribera, artista español cuya obra reside actualmente en el Museo de El Prado. En este cuadro, Ribera aborda el tema casi como si se tratara de una alegoría de los cinco sentidos, en la medida en que lo esencial del episodio es que el sentido del tacto debe compensar la falta del sentido de la vista (la ceguera de Isaac).
 
En las colecciones del Museo del Prado destacan los retratos de los frecuentemente llamados “bufones de corte”, que eran personas con discapacidad que vivían en palacio, al servicio de reyes o nobles, especialmente durante los siglos XVI y XVII. Estas personas solían tener algún tipo de discapacidad física o intelectual, y estas peculiaridades resultaban muy interesantes para los pintores que retrataban en la corte. Es el caso por ejemplo de Perejón, retratado por Antonio Moro, o de diversos retratos de Velázquez como “El niño de Vallecas”, “Pablo de Valladolid”, “El bufón calabacillas” o “El bufón El Primo”, amén de las figuras de Maribárbola o Nicolasito Pertusato que aparecen en su gran obra “Las Meninas”.

“Todos estos retratos reflejan con respeto a estas personas que amenizaban la corte de los Austrias, sin caer en burlas o exageraciones. Los retratos transmiten dignidad y testimonian una época y una realidad pasada”, explica Santiago González D’Ambrosio, técnico de gestión y Responsable de El Prado para Todos.

Asimismo, podemos encontrar ya imágenes de personas con discapacidad contemporáneas en obras como “Los mendigos de Pieter Bruegel”, expuesta y conservada en el Museo del Louvre de París, y catalogada como una de las obras más conmovedoras de todas las que pintó este artista flamenco del siglo XVI. En ella, el autor pretende invocar a la compasión hacia las personas con discapacidad, pero se hace eco de la denigración hacia este grupo social en esta época. Una combinación perfecta entre la crítica y la propia del artista holandés.

En los últimos tiempos, la discapacidad ha cobrado mayor protagonismo dentro del mundo del arte, “pero ya desde una óptica más social y reivindicativa, que aporta otros puntos de vista llenos de matices sobre una realidad que no debe ser narrada únicamente desde los discursos hegemónicos, sino desde la diversidad y la alteridad”, matiza el experto del Prado.

Referentes con discapacidad

En el mundo del arte ha habido muchas personas con discapacidad, pero cabe destacar que su trabajo creativo tiene un valor intrínseco, completamente independiente de esa discapacidad. “Un ejemplo clarísimo es Goya, que tuvo una importante pérdida auditiva tras una grave enfermedad. Esta discapacidad pudo determinar en cierto modo su estado de ánimo en las últimas décadas de su vida, pero en absoluto es el único factor que determina la riqueza y variedad de su extensa obra”, afirma González D’Ambrosio.

Otros conocidos artistas que tuvieron discapacidad son por ejemplo Van Gogh, que tuvo discapacidad psíquica, o Frida Khalo, que tenía discapacidad física derivada de diversas enfermedades y sucesos sombríos que marcaron su vida.

Pero ello no impidió el andar artístico de la mexicana, ya que centraría su obra en torno a su biografía y a su particular visión de la discapacidad. Entre sus obras destacan “El camión”, que hace referencia a un accidente que tuvo de joven, y “La columna rota”, uno de sus tantos autorretratos en el que se pintó sola sin monos, gatos, pericos, ni fondos de hojas protectoras y plantas, como solía hacerlo. En lugar de eso, Frida está sola, llorando en una vasta llanura bajo un cielo tormentoso. Para algunos estudiosos del mundo del arte, fue una manera de expresar la importancia de manejar el dolor físico y emocional.

Más recientemente encontramos a muchos artistas que se podrían englobar dentro del término “arte outsider”, vinculado sobre todo a la espontaneidad creativa de personas con discapacidad.

Dentro del conjunto global de artistas con discapacidad, destaca por su técnica específica las pinturas de Michael Mónaco.
 
Mónaco, lleva utilizando la boca desde los 16 años para realizar todo tipo de tareas cotidianas que la mayoría de la gente realiza con las manos; pinta paisajes y motivos florales con ella.

De igual manera, cada vez son más los/as artistas sensibilizados/as con este colectivo. Un ejemplo de artista actual comprometido es Antoni Abad, que ha trabajado sobre diferentes ideas de cartografías accesibles en ciudades como Barcelona o Venecia.
 
Para el multipremiado mapa de la Barcelona Accesible, Abad reunió a personas con discapacidad para que fotografiasen todos los obstáculos con los que se encontrasen a diario en su recorrido. Posteriormente, estas fotografías fueron procesadas por un programa informático que se encargó de identificar el lugar y de situarlo en un mapa de la ciudad, para obtener una cartografía de los “puntos negros” de Barcelona, tanto de las barreras arquitectónicas como de los casos de incivismo, encabezados por los coches mal aparcados.

En el campo del fotoperiodismo documental, una figura importante es Gervasio Sánchez, que retrata a numerosas personas con discapacidad física por los conflictos bélicos y las guerrillas.

Son cada vez más los artistas con discapacidad que se adentran en el mundo de la producción artística.

También son cada vez más los artistas con discapacidad que se adentran en el mundo de la producción artística, ya sea con narrativas reivindicativas o sencillamente con lenguajes propios. Las diferentes ediciones de la Bienal de la Fundación ONCE son un referente que han dado espacio a muchos de estos creadores, poniendo sus obras en diálogo entre ellas y con la sociedad. El Museo del Prado ha colaborado en algunas ediciones de esta bienal.

Museos para todo el mundo

Entre las iniciativas para la visibilización y la inclusión de las personas con discapacidad en el mundo del arte, destacan las jornadas “Cuerpos diversos, cuerpos no normativos” realizadas en 2019 por el Museo Reina Sofía, que giraron en torno a la no exclusión, diversidad y accesibilidad en las instituciones culturales.

“Desde el Museo nos esforzamos en que las actividades que desarrollamos sean lo menos excluyentes posible. Entendemos que las visitas o acciones educativas pueden ser realizadas por personas con muy diversas capacidades e intentamos huir de la idea de que las actividades se diseñan para ‘públicos típicos’”, asegura el coordinador de Accesibilidad del Reina Sofía.

De igual manera, desde el 2006 el Museo del Prado realiza el programa de actividades “El Prado para todos”, el cual ofrece actividades accesibles y de diseño para todas las personas y centros o entidades de personas con discapacidad. La adaptación de los contenidos, recorridos y dinámicas de participación garantizan la plena accesibilidad.

En cuanto a la accesibilidad en El Museo del Prado, las salas de exposición abiertas al público y los espacios comunes, de circulación y de uso público son accesibles para personas con movilidad reducida. “Se trabaja de modo permanente en la mejora de la arquitectura, la señalización y la comunicación de los contenidos y de los servicios que ofrece el Museo, con el fin de facilitar y promover una visita agradable y cómoda, tanto si se realiza de modo individual como en grupos organizados”, explica el responsable El Prado para Todos.

Aunque en materia de accesibilidad aún queda mucho camino por recorrer para lograr una oferta museística accesible en España. Entre los museos más accesibles para su disfrute se encuentran: el Museo Guggengheim (Bilbao), el Museo Tiflológico de la ONCE (Madrid), el Museo Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía de Madrid.

 

También te puede interesar